Se levanta
vieja, arrugada y cansada. Agarra el bastón y a trompicones logra llegar
al lavabo, donde, no sin cierto temblor, saca la caja de pinturas y los
pinceles. Comienza a dibujarse. Se pinta unos bellos ojos, una boca
carnosa, una piel sonrosada. Un cuerpo lleno de curvas recogido en un
breve vestido vaporoso. Borra el bastón, las canas, las ojeras, el
temblor de sus manos. Satisfecha, sonríe mientras sale al balcón y
arroja la caja. Cierra la puerta con la esperanza de que, en el tiempo
que le cuesta bajar las escaleras, el mundo también se haya embellecido.
Con este microrrelato participé en el concurso " En 99 palabras" quedó en el puesto número 10 (compartido con otros dos microrrelatos).
Me encanta. La otra vez ganó un mircorrelato que me causó profunda impresión. Cuatro palabras:
ResponderEliminarVendo cuna sin usar.
Bellísimo y estuvo en mi breve preselección porque es de los pocos que está escrito con oficio. ¡Felicitaciones, Ángeles!
ResponderEliminarA Josie le cuento que el cuento original es ni más ni menos que de Ernest Hemingway ;) !
FOR SALE
Baby shoes, never worn.
SE VENDEN
Zapatos de bebé, sin usar.
Gracias por lo del oficio Sandra, aunque no pasara la criba. Un abrazo
EliminarEstuvo entre los que seleccioné al principio. Luego, todo se fue complicando, y no es que dejara de gustarme... Además me arrancó una sonrisa pensando, si fuera tan fácil...
ResponderEliminarUn abrazo Ángeles.
PD. Y tu Indignado??
Gracias Miguelángel, a mí tambien se me complicó todo despues, en fin que entiendo lo que dices; si al menos te arrancó una sonrisa es más que suficiente.
EliminarMi Indignado...no doy para más
Buen micro. Me ha gustado. Muy visual.
ResponderEliminarUn darle cuerda al reloj pero al revés. Me gustó y lo recuerdo por el buen humor que me dejó.
ResponderEliminarBesitos
Que distinto sería todo si fuera así, tan fácil como dibujarse y desdibujarse.
ResponderEliminarÁngeles, no sé si te comenté allí. Tu relato pasó mi primera criba pero luego tercié por otros.
ResponderEliminarEs que es muy difícil elegir relatos, sobre todo apremiado por la larga lectura.
Ahora, así tranquilo, se aprecia mucho más tanto los retoques de la anciana —que creo que no tienen importancia pues ese es el fin del acicalamiento— como por el deseo final de un mundo más alegre, menos rudo, con más amor. En fin, alcanzar el décimo puesto es un gran mérito.
Nos leemos.