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viernes, 26 de octubre de 2012

El cofre de hueso


El Universo es infinito y cabe en un punto.— Aseguró el dependiente del bazar, mientras podaba las ramas de una minúscula planta.

Tan apenas necesita cuidados, él solo va creciendo, expandiéndose, generando sus estrellas, sus nebulosas, sus planetas... — Prosiguió mientras trasplantaba las ramitas a una maceta menor.

Además, le aseguro que le cabrá en ese cofre de hueso que porta usted encima de los hombros.— Le dijo mientras apretaba la tierra con sus dedos.

Para contemplarlo basta con cerrar los ojos, entonces, es como esas cajas de música que abarcan todo con su melodía, se le desplegará como un acordeón ante la ausencia de su mirada.—Dijo mientras barnizaba las pequeñas hojas con agua pulverizada.

Posee un sistema de leyes muy sencillas que usted no debe quebrantar nunca, o de lo contrario, el Universo saldrá hacia afuera y necesitará de un telescopio para ver alguno de sus reflejos más simples.— Dijo mientras pegaba una tarjeta de cuidados en la cerámica.

Pero si algún día se cansa de él, debe saber que no es posible abandonarlo; le seguirá a donde usted vaya, tal y como haría una mascota—, prosiguió mientras regaba la macetita y la dejaba en una balda.

No se asuste hombre, tambien tenemos porciones más básicas, como este bonsai.

martes, 19 de junio de 2012

Egisum Egolatrham

El ego, del latón Egisum Egolatrham, es un compuesto reticular que se adhiere al vórtice de la personalidad. De densidad variable según el portador, mantiene sin embargo estructura similar en todos los casos: orbitales moleculares difusos, oblicuos, parapetados, siempre en número par amarrados a una cuerda que se tensa y destensa según las circunstancias, confiriendo al conjunto un movimiento tipo yo-yo.

Se dice que posee la función de anclarnos al samsara para imperdir la levitación del eter comatoso y/o puntual, produciendo la identificación del Ser (ente ficticio o real) con el Yo. En la tradición budicodevótica, el ego desaparece mediante la meditación, la humildad y la impermanecia (prácticas a las cuales el ego tiene aversión y durante las cuales muere brevemente por asfixia e inanición).

Los efectos más comunes del ego son:

1.- Empequeñecimiento del universo en un punto que suele coincidir con el ombligo (ego embrionario).
2.- Ensanchamiento de las clavículas dando la sensación de que uno no cabe en sí mismo (ego explosium).
3.- Visión borrosa (ego ciego).
4.- Defecaciones escasas con o sin dolor ( ego que te cagas).


miércoles, 2 de mayo de 2012

Restauración

Se levanta vieja, arrugada y cansada. Agarra el bastón y a trompicones logra llegar al lavabo, donde, no sin cierto temblor, saca la caja de pinturas y los pinceles. Comienza a dibujarse. Se pinta unos bellos ojos, una boca carnosa, una piel sonrosada. Un cuerpo lleno de curvas recogido en un breve vestido vaporoso. Borra el bastón, las canas, las ojeras, el temblor de sus manos. Satisfecha, sonríe mientras sale al balcón y arroja la caja. Cierra la puerta con la esperanza de que, en el tiempo que le cuesta bajar las escaleras, el mundo también se haya embellecido.


Con este microrrelato participé en el concurso " En 99 palabras"  quedó en el puesto número 10 (compartido con otros dos microrrelatos). 

sábado, 7 de abril de 2012

El Pez-Ojo


Una se sentía fluir como las olas, cuando, desde el fondo del oceáno encontraba una de aquellas miradas.

* A falta de escribir el cuento para estos peces-ojos, os enseño el dibujillo que me ha salido.

viernes, 30 de marzo de 2012

Diario de un visionario

Tras el naufragio, decidí montar un gabinete jurídico a orillas del mar. Un proyecto novedoso que a buen seguro aumentaría mis arcas. Sin embargo, desde entonces, los únicos que pasaron por aquí fueron clientes de poca talla: cangrejos multados por ir en dirección contraria, caballitos de mar acosados por el vértigo amoroso de sirenas, y algunas ostras desdichadas a las que robaron sus perlas. En la brújula del destierro, es difícil hallar un rumbo certero con el que aumentar mis ingresos. Si no encuentro un cliente poderoso, mi negocio se irá a pique, hará aguas y se hundirá. Pero no pierdo la esperanza. El gran carámbano de hielo que hace días asomó en el horizonte, se acerca irremediablemente hacia esta cálida isla. Y sé que tras la colisión, dejaré de ser un vástago de la abogacía tras defender al planeta del cambio climático.


* Microrrelato finalista en el IV Concurso de Microrrelatos sobre Abogados del mes de febrero. Las palabras que debía contener eran Vértigo, Brújula, Vástago, Carámbano, Jurídico.

lunes, 26 de marzo de 2012

Tiempo entre líneas




Una de las formas de medir el tiempo es con letras. Junto a la jácena de madera carcomida, la abuela lee esperando el regreso de la vida. La que está contenida entre las frases de los viejos libros, la que lee planchando sus arrugas con historias, sintiendo que a cada vuelta de página está el tiempo condensado en el negro de las letras. Y es por eso que la abuela, sentada en su silla de mimbre, ha vivido ya varias vidas.


* Este microrrelato fue finalista en el concurso Dónde lees tú correspondiente a la fotografía publicada; se pueden leer los ganadores de cada semana y los finalistas siguiendo este enlace.

lunes, 19 de marzo de 2012

A fuerza de gravedad

Desde que las bombas amputaron los campanarios, las cigüeñas se han tomado su propia venganza: al anochecer, arrojan los hatillos desde lo alto de los edificios. A los insomnes solo les consuela el silencio de los gatos. Los ya saciados incluso han aprendido a decir papá.

Mercader de globos

Aferrado al hilo del que penden mis sueños voladores, comienzo un ascenso pausado. Al poco, la plaza y el pueblo, siendo ya una sola imagen, acaban resumidos en un punto. Luego el mundo se reúne en una arruga y, a un tiempo, se desinfla ante mis ojos.

martes, 28 de febrero de 2012

Rompiendo mitos

Para demostrar mi existencia , di a luz, en medio de la arena circense, a mis dos niños cíclopes. Hubieran sido un buen reclamo, de no ser porque ellos también son invisibles.


lunes, 27 de febrero de 2012

Imaginería mortuoria

Cada plenilunio, la viuda Ching liberaba la calavera de su difunto. Con un parche eclipsaba una cuenca, mientras rellenaba la otra con la luz de la luna. Sólo entonces sentía el júbilo de poseer todos los hilos de plata del universo, bajo la radiante mirada de su esposo.

sábado, 25 de febrero de 2012

El pajarero de Alcatraz


Acariciaba las plumas, mientras la luz del faro iluminaba el sueño de trenzar sus propias alas. Cuentan que, el día antes de su muerte, la pesada roca levitó durante unos instantes, y que incluso los peces trinaron a la única y posible libertad.

miércoles, 22 de febrero de 2012

Delle ombre e del loro mondo — Ángeles Sánchez

Contengono, le ombre, un certo odore di umidità, una certa rottura delle forme, un contorno negoziato con gli opposti. Sono assenze, negazioni, germogli di asserzioni. O, forse, potrebbero essere il vortice della chiarità, il gesto incipiente di una luce che svolta gli angoli e si riposa dal suo viaggio. In ogni caso, non esisterebbero senza il loro opposto, che esse trattengono, che esse contengono.


Un señor llamado Stefano Valente ha publicado en su blog, una de mis arenas movedizas, en italiano. Aquí el enlace. ( Ya puedo decir que mis obras, ejem ejem, han sido traducidas a otro idioma,:-)

domingo, 19 de febrero de 2012

Desconexión

Me conecté al ordenador de sobremesa con mi USB umbilical. Lo normal es que a uno se lo amputen cuando nace, y cicatrice la zona generando una especie de protuberancia. Pero yo nací en el campo y la partera que atendió a mi madre se negó a cortarlo. Estaba chapada a la antigua, y era defensora de la elevación mental por asociación al UBS primario. Mi madre pasó todo el embarazo en las cordilleras del Himalaya, para poder abastecerse de las bayas que caen de los cedros. Todo para que yo fuera un niño puro y limpio de energías, como el viento que baña las nieves eternas, me decía. Este hecho pretencioso junto a mi inusual apéndice me hizo ser un niño raro, de mirada y semblante lejano.

Ya de adulto, mi complejo se acentúo y acudí a varios terapeutas. Uno dijo que debía operarme de inmediato, que debía por fin tener un ombligo normal, desconectarme de la placa madre, y vivir mi vida.

Lo cierto es que lo pensé durante varios días, y fue una noche de agosto cuando me di cuenta de que debía deshacerme de él.

Había quedado con una morena de grandes ojos azabache que conocí en el Ments, un lugar virtual para “gente diferente” según rezaba su eslogan. Eran cerca de las nueve cuando me subí la camiseta y me conecté al ordenador de sobremesa. Ella apareció de inmediato, casi no dio tiempo a que mi salón cambiara de configuración y los hologramas invadieran las paredes y se dispusieran mis cojines favoritos por el suelo. Casi sin tiempo, elegí mi avatar de verano, con camisa blanca por fuera del pantalón de lino, para disimular el cable. Ella llevaba un vaporoso vestido de seda. Estaba preciosa. Se dirigió a mí con una voz suave que impregnó mi salón de un color anaranjado. Fue entonces cuando quebranté las leyes de la computología. Creyendo que el gran ordenador no detectaría las vibraciones de un naciente amor, le declaré mis sentimientos entre bit y bit, en un espacio discontinuo, similar al que antaño se producía entre letra y letra (cuantas historias se escondían entre esos espacios de las líneas, me decía mi abuelo).

El mundo virtual es complejo, y sus leyes tienen por objeto la defensa de su perpetuidad. Y en el amor, uno desea más que nunca la proximidad, que en mis tiempos aún no había podido reproducirse mediante hologramas y espectros. Como mucho uno podía tener sensaciones olfativas gracias a un complejo algoritmo instalado en cada estancia de conexión. Pero nada más; por esto no se permitía hablar de amor en las redes que circulaban por el universo. Cuando esta palabra o alguno de sus efectos era detectado, de inmediato te cortaban la conexión energética, y te quedabas solo en el mundo.

Aún así me la jugué, y ella recibió mi declaración con un entusiasmo digno del más clásico mundo físico y acordamos una fecha para encontrarnos. Yo debería viajar hasta su aldea, a unos cinco mil millones de años luz. Pero eso con mi arcaica conexión no iba a ser posible, se requería al menos un puerto de infrarrojos, es decir, un ombligo normal que lo llamaban los entendidos.

Me operé de inmediato dejando los ahorros de toda una vida, y a mi madre bañada en lágrimas con sabor a sal del Himalaya. La recuperación fue lenta, pero poco a poco, iba saliendo de aquella cicatriz un botón rojo, que emitía frecuencias de energía a baja densidad, como las de un bebé. Hicieron falta veinticinco años para que aquello estuviera en condiciones de ser usado, para poderme reconectar al Ments. Durante ese tiempo, la esperanza de que ella siguiera esperándome fue decreciendo, no así mi amor. Pero el momento llegó, y ella, con un vestido ya menos vaporoso me recibió con igual entusiasmo. No hubo reproches ni nada parecido. Viajé hasta su aldea, y nos fundimos en un abrazo al tiempo que ambos nos quedábamos sin conexión, solos en el mundo.

lunes, 13 de febrero de 2012

Mi primer libro de microrrelato

Como algunos ya sabéis llevo un tiempo queriendo publicar un libro con los microrrelatos que más me gustan. Pues bien ¡ ya está aquí!

Gracias a los gnomos que tengo en casa y que se han afanado en la tarea de maquetar el volumen, hoy por fin os puedo enseñar las fotos de mi libro de microrrelato. Contiene exactamente 1 microrrelato, y está eleborado de manera artesanal. Sus dimensiones son escasas, tan apenas el tamaño de un mechero, y al abrirlo se despliegan las letras, hasta entonces apresadas cual acordeón sin músico. Ellos, los gnomos han elegido el de Arrugas en el alma, vayan a saber por qué...

Dicen los de la Editorial Letras de Arena, que en breve sacarán más de mis escritos, serán libros repartidos en secciones. De momento este ha tenido una tirada de 4 ejemplares, todo un éxito, vaya. Ya os iré informando.


jueves, 9 de febrero de 2012

Creadores de paisajes: Los Nangá



Bajo apariencia de tierra yerma, puede sentirse la respiración pausada de un Nangá. Los relatos, siempre inacabados, de los viajeros a los que sobrevino la noche en estas falsas regiones, hablan de un país desdibujado por huellas de valles marchitos que se inflan y desinflan al compás de odas milenarias. Siempre en boca de sirenas confundidas, las que sucumbieron al destierro y ahora bucean entre el pelaje de esta criatura gigante.
Sin embargo, cuando el agua de la lluvia limpia su pelo pardo, dejando un reguero de perlas de plata y el viento agita sus crines, la bestia rebufa estrofas de sueños viejos, y de su árida grupa brotan bosques de eneldos, ríos de suaves corrientes y prados de amapolas. Es entonces cuando se sienten los latidos de su débil corazón de bestia, como el eco de los pasos de los que nunca regresaron.

lunes, 23 de enero de 2012

De las sombras y su mundo



Contienen, las sombras, cierto olor a humedad, cierta ruptura de formas, un contorno negociado por contrarios. Son ausencias, negaciones, retoños de afirmaciones. O acaso, pudieran ser el vórtice de la claridad, el incipiente gesto de una luz que dobla esquinas y descansa de su viaje. En cualquier caso, no podrían ser sin su opuesto, al cual retienen, al cual contienen.

martes, 10 de enero de 2012

Flores-recuerdo


En la obra “Cartografía del olvido” escrita por la naturalista británica Angi Dreamer, concretamente en el apéndice “Botánica de la memoria improbable” se encuentran publicadas un compendio de láminas que reproducen las efímeras flores-recuerdo.
Las pequeñas plantas que las sustentan, de tallo cilíndrico y hojas lanceoladas, desprovistas de raíces y ancladas al légamo de la memoria únicamente por su aroma, dan unos frutos en forma de nubes que recuerdan a mendrugos de algodón. Difieren, no obstante, de las del género Gossypium en su extensa gama de tonalidades. Desde el negro o ausente, color característico de los recuerdos desdeñados al ingrávido rescoldo de lo que no existió (muy abundantes en los funerales de la memoria), hasta el amarillo o presente que simboliza la formación de la remembranza desde la incipiente noción de la vivencia. Entre estos extremos, se extiende un alto número de especímenes, como por ejemplo los índigos tonalidad que adquieren los recuerdos por venir, y que brotan en sueños una vez la conciencia se ha alejado lo suficiente como para que el germen de estas plantas-visión acampen en los oníricos prados de la mente.
Sin embargo, la característica común a toda esta vegetación es la deformación, fase marcada por la caída del tallo y el vuelo de las esporas producida por la reincidente contemplación de las flores-recuerdo, trasformándose en lo que Angi denominó “anécdotas”, que vienen a ser relatos de lo que uno cree recordar.

jueves, 5 de enero de 2012

Un enano en el bufete


Sigo de pasante en el despacho de abogados más prestigioso de la ciudad. Me recomendó un profesor diciéndoles que, pese a mi escasa talla, era el alumno más brillante de mi promoción. Sin embargo, me siento en la sombra, eclipsado y sometido a explotación laboral por parte de los ocho socios del bufete “Abogados Planetarios”. Cada mañana, recorro con mi mano las letras del cartel que cuelga de mi puerta “Despacho Plutón” sintiendo, otra vez, esa sensación táctil que me lleva a pensar en mi injusta situación. Tras interponer una demanda, el juez Emilio Sol sentenció “Plutón, el planeta enano, ha dejado de formar parte del sistema solar”. No sé cómo interpretar esta sentencia, yo, por si acaso, seguiré luchando por hacerme un hueco en este universo de leyes. Al fin y al cabo, siempre se ha dicho que el tamaño no importa.

Finalista del mes de Noviembre 2011 del Concurso de Microrrelatos sobre abogados

martes, 3 de enero de 2012

Del tiempo y otros engaños


Hay en el tiempo algo inefable, que suena a fanfarronería, a engaño, a espejismo. Por ejemplo, cuando usted habla de ayer, y yo me remonto a hace un rato... ¿No se siente bajo el etéreo peso de una quimera? O cuando usted dice dentro de un año, y yo me tropiezo en el recuerdo... ¿Habremos coincido en alguno de los sinuosos pasillos temporales? ¿Nos habremos mirado en el mismo espejo de la existencia?

Habla usted del tiempo como un lugar geográfico por el que caminar a voluntad y yo me pierdo, reincidentemente, en el vuelo de un tiempo aleatorio ¿Dónde entonces nos reencontraremos si el tiempo es una falacia sin esquinas? Sin duda sólo existimos ahora, y el ahora, mírelo que ya se fue.

lunes, 2 de enero de 2012

Cienmanos. Capítulo 14.


Empiezo el año con "Aves de paso" , el capítulo que escribí para la micronovela "Cienmanos".La ilustración que lo acompaña es de Rubén García, una ilustración que me ha fascinado, por la acertada elección de los colores, y los detalles del gran pájaro, su ojo reloj y sus plumas corazón. Les dejo aquí el marcapáginas de este capítulo, realizado por nuestro amigo Juanlu.