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lunes, 28 de febrero de 2011
Recuerdos perdidos
Los habitantes de la ciudad no se atreven a pasar por la calle 24. La historia empezó hace algunos años, cuando un grupo de turistas afirmaron que el monumento situado en dicha calle emitía espeluznantes ruidos, como si dentro, cientos de seres chillasen y golpeasen el cuerpo de la cámara queriendo salir. Dicen que el guía se asomó a la lente, y contó que allí dentro los recuerdos fraccionados formaban los fotogramas de una extraña película. Desde entonces, no ha vuelto a hablar. Tampoco ha pasado por allí. Ni él ni nadie. La calle también ha desaparecido
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Muy bueno, Ángeles. Cámara capturadora de instantes, aspiradora de vivencias.
ResponderEliminarBesos.
La camara que lo registra todo, que lo engulle y que lo transforma. Un universo entero, que se alimenta del nuestro, dentro de ella.
ResponderEliminarLa calle ha desaparecido. Pronto empezaremos a echar de menos muchas más cosas.
Un beso.
Vaya!
ResponderEliminarEsa cámara guarda un gran tesoro...
Besitos!
Imagino que al final se capturó también ella misma. Un micro estupendo, voraz, insaciable.
ResponderEliminarAbrazos.
He pasado rápido por delante de la imagen para que no me lleve a mi también. Saludillos
ResponderEliminarUna cámara devoradora, ¡qué bueno!
ResponderEliminarBesos, mil.
Inquietante.
ResponderEliminarMe gustó.
Vuelvea a hacer magia, todo un escenario que crece en tus manos y de repente, zas, desaparece, es capturado y en algún lugar saldrá una paloma, que lleve volando todos los recuerdos. Abrazos.
ResponderEliminarY no dicen que las fotos roban un poco del alma??? esta cámara se lo tomó muy a pecho.
ResponderEliminarExcelente, Ángeles, como suele pasar!
Besos