Paseo por el bosque de los recuerdos. Vestido sólo por un manto de niebla, al cobijo de los años sin reloj. Cuando lloro, las lágrimas se tornan gotas de plata, que los árboles reciben con vaivenes en sus ramas.
Cuando río, las espigas de nácar se tornan sirgas; el viento las zarandea provocando cosquillas a las nubes, para ascender junto a ellas y llegar hasta vosotros.
Y en el silencio detenido, descubro voces ahogadas por la lejanía y, tras la bruma, mi mano se vuelve de escarcha intentando apartar el dosel que separa nuestros mundos. El velo fungoso se condensa por días. Vuestra voz, antes nítida. Ahora tan sólo me quedan los sueños, donde me aparezco a escondidas dejándoos un beso con olor a espliego.
Está, y ya.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte.
Precioso texto.
ResponderEliminarEs de un frío hermoso... Al llegar a la despedida, mis labios sonrieron por la perfección en que se cerraba tu historia.
ResponderEliminarPrecioso texto que juega una vez más con la muerte...precisamente ayer escuché en radio 3 el programa "Carne cruda", a las 14:00, hablaban sobre el suicidio, "La mirada del suicida. El enigma y el estigma"...
ResponderEliminarJuanlu, no habla de la muerte, todo lo contrario habla de la vida, esta y la de más allá.
ResponderEliminarJose Luis bienvenido, ese frío hermoso me ha gustado.
Montse, gracias.
Su, pues ya está entonces, aunque no lo veo yo así de simple (sencillo).
Abrazos a todos
Esas cosquillas en las nubes y esos besos a escondidas me han hecho sonreir. Precioso.
ResponderEliminarBesos
Simplemente precioso.
ResponderEliminarPero si hablas de la vida tras la muerte, no?...o ando muy espeso :)
ResponderEliminarPrecioso relato de la vida en el más allá. Además con unas palabras escogidas con mucho tiento.
ResponderEliminarUn saludo y a seguir escribiendo.
Eso es Juanlu, no, no andas espeso. Abrazos
ResponderEliminarEs posible que hables de todos los detalles que nuestros seres queridos, una vez desaparecidos de este mundo nos envían...
ResponderEliminarSabes que hoy me ha emocionado doblemente.
Gracias por la esperanza.
La morenita grande.
Nicolás gracias por lo que dices.
ResponderEliminarTus palabras hacen caminitos de luz, Morenita, la esperanza está ahí para que la metamos en el bolsillo y la llevemos siempre con nosotras.
ResponderEliminarBesos y gracias por dejar tu huella en la arena de mi blog.
Qué hermosura, Angeles, muy poético. Besos.
ResponderEliminarUn texto precioso que tranmite estímulos sensoriales de cada uno de los cinco sentidos. Me he sentido flotar en tus palabras. Un abrazo.
ResponderEliminarEs precioso, Ángeles, delicado. Con sus lágrimas flotamos y lloramos y con las cosquillas sonreímos con melancolía. Y esa bruma que esconde, ese hilo finísimo que tira de los vivos a los muertos y viceversa, dos mundos que en los sueños y en los recuedos, se juntan.
ResponderEliminarPuri