El traqueteo del tren se interpone en nuestra conversación. La foto de nuestro hijo el día de su graduación luciendo con orgullo el birrete negro y la toga va y viene entre nuestras manos. Nos dolió no haber estado con él ese día, por eso decidimos hacer el esfuerzo de viajar miles de kilómetros para estar a su lado esta vez. El revisor mira extrañado el paquete detrás del cual nos escondemos adivinado nuestra presencia. Pero hace la vista gorda y se aleja del vagón de mercancías sacudiéndose unas cuantas palabrotas con la discreción de quien se deshace de unas motas en la solapa. Por un momento nos tememos lo peor, una detención en la estación más cercana impidiéndonos llegar a la boda de nuestro hijo. El mismo que desde la foto nos mira desde el pasado, el mismo que ahora redacta el borrador de la ley de extranjería.
¿Alguien que ha subido desde abajo por sus propios medios y que no olvida sus orígenes e intenta mejorar las cosas? Es precioso.
ResponderEliminarNo sé si eres abogada, Ángeles, pero estos micros los bordas.
ResponderEliminarMe ha gustado muchísimo.
Un beso.
No no MJ no quisiera yo...
ResponderEliminarEs demoledoramente bueno.
ResponderEliminarMuy bueno Angeles!!!
ResponderEliminarQue tristeza, ojala un día no tengamos fronteras y el mundo sea de todos y todos ciudadanos del mundo.
Besos desde el aire
PD. Enhorabuena
Muy bueno, ese encaje de las palabras que exigen en el concurso es díficil y aún así consigues crear una buena historia.
ResponderEliminarBesitos
Es tristemente precioso. Consigues crear el ambiente tan bien que vamos sentados en ese vagón y miramos la foto, y al revisor. Me encanta.
ResponderEliminarSaludillos
Puck
Así es la vida Ángeles. Unas veces tan dura y tan real. Genial retrato. Y como a Puck te digo... tienes cogida la mano en este concurso. ¡Enhorabuena! Es un gran relato.
ResponderEliminarAbrazos.
Que crudo, que bien lo haces para que las palabras formen texto tan profundo. Felicitaciones!!
ResponderEliminarUn abrazo!!
No sé por qué había pensado que eran fantasmas, quizá por eso me dolió el final tan crudo y realista.
ResponderEliminarMuy buen micro!
Besos
Muy bueno Angeles, creo que sobre el relato ya te lo han dicho todo, la verdad es que encajas a la perfección las palabras, enhorabuena. Besos.
ResponderEliminarEnhorabuena, Ángeles. Me gusta mucho la sutilidad con la que contienes toda la emoción de la historia, al mismo tiempo que ésta llega y toca. Muy técnico.
ResponderEliminarAbrazos.
Un micro muy esperanzador, Ángeles. No me extraña que haya quedado finalista ;)
ResponderEliminarBesillos
:)
Un relato de denuncia y esperanza. Me encanta. Un abrazo.
ResponderEliminarP.D.: sería un placer que te decidieras a formar parte de nuestra familia de foreros en www.abracadabra-nuncajamas.com a todos nos une el amor a la escritura.
Conmovedor
ResponderEliminarTambién yo pensé, por un momento, que eran fantasmas. Y quizá para el hijo sí lo sean, fantasmas de un pasado que creía enterrado y que se empeña en regresar. No creo que se alegre mucho de verles aparecer...
ResponderEliminarMicro redondo. El contrasentido de una vida regida por leyes estúpidas.(Todas lo son)
ResponderEliminarBesos, Ángeles.