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viernes, 30 de marzo de 2012

Diario de un visionario

Tras el naufragio, decidí montar un gabinete jurídico a orillas del mar. Un proyecto novedoso que a buen seguro aumentaría mis arcas. Sin embargo, desde entonces, los únicos que pasaron por aquí fueron clientes de poca talla: cangrejos multados por ir en dirección contraria, caballitos de mar acosados por el vértigo amoroso de sirenas, y algunas ostras desdichadas a las que robaron sus perlas. En la brújula del destierro, es difícil hallar un rumbo certero con el que aumentar mis ingresos. Si no encuentro un cliente poderoso, mi negocio se irá a pique, hará aguas y se hundirá. Pero no pierdo la esperanza. El gran carámbano de hielo que hace días asomó en el horizonte, se acerca irremediablemente hacia esta cálida isla. Y sé que tras la colisión, dejaré de ser un vástago de la abogacía tras defender al planeta del cambio climático.


* Microrrelato finalista en el IV Concurso de Microrrelatos sobre Abogados del mes de febrero. Las palabras que debía contener eran Vértigo, Brújula, Vástago, Carámbano, Jurídico.

7 comentarios:

  1. Me parece muy ingeniosa la selección que has hecho de clientes, Angela.
    El que yo envié en esa ocasión, no fue seleccionado. pero lo colgaré.
    Abrazos.

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  2. Me parece fantástico cómo logras enhebrar las palabras -tan obligatorias como puñeteras- en un relato que ya en sí mismo es formidable.

    Mis felicitaciones, Ángeles.

    Un abrazo.

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  3. ¡Que bueno! Muy original esa cartera de clientes. Yo el mes pasado no participé, éste sí, a ver si nos acompaña la suerte.

    Un abrazo,

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  4. Muy bueno y original dada la dificultad de las palabras.

    Besitos

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  5. Ya te lo dije al leerlo en la página de los abogados. Me encanta. Y no sé como eres capaz de poner toda tu imaginación y sensiblidad con estas palabrejas y abogados de por medio. Al final los abogados caerán a tus pies. Lo sé.
    saludillos

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  6. Enhorabuena, fantástico el relato, como hilvanas esas palabras tan difíciles para crear tan buena historia.
    Un abrazo.

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  7. Es impresionante la capacidad de hilvanar las frases dentro de una idea para colocar las palabras. Es muy divertido. El título un acierto. Enhorabuena, Ángeles

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