Mi querida Catherine:
Te envío esta misiva junto con el ramo de rosas que acompaña tus semanas, para decirte que en breve debo partir a Saint-Lô.Me ausentaré durante una temporada y no quisiera marcharme sin decirte que espero llegue pronto el día que veamos cumplidos nuestro anhelo de estar juntos para siempre.Mi tren sale mañana a primera hora y me será imposible entregarte esta carta personalmente. Se la dejo al chico de los recados, es nuevo, pero parece espabilado, así que sabrá encontrarte.Me marcho, amada, con la ilusión de tener, a mi regreso, el dinero suficiente como para arreglar tu lápida.
Siempre a tus pies, Antoine
Vaya final!
ResponderEliminarÁngeles, estás impresionante últimamente.
Pelos escarpiados me has dejado.
Besos
"QUE ACOMPAÑA TUS SEMANAS"
ResponderEliminarCambios en la tipografía.
Separación entre párrafos.
No termino de pillarlo.
Un beso.
Es verdad que despista un poco lo de las letras diferentes y las separaciones de párrafos.
ResponderEliminarSi no hago caso a eso, el relato me parece muy bueno, parecen todo el rato dos amantes separados y al final pegas el mazazo. En este caso no esperaba el giro final, me dejaba llevar por la carta de Antoine.
Un abrazo
Solucionado, Tor, y Anita, he tenido problemas con el tipo de letra que editaba, y ahora por fin , ha quedado algo mejor.
ResponderEliminarGracias por venir
Muy bueno, Angeles, muy bueno. En la relectura, uno se da cuenta que las pistas y las piezas están colocadas estratégicamente.
ResponderEliminarUn abrazo
Buen giro final. Me gustó mucho y en cuanto a eso del tipo de letra yo lo leí como escrito en tinta negra con pluma. Saludillos
ResponderEliminarMuy triste la misiva, con muerte y lápida por medio. Hielo en noviembre.
ResponderEliminarBesos, mil.
Olvidé decirte que lo cuelgo en "Sugerencias".
ResponderEliminarGracias, otra vez.
Es perfecto. Me has dejado sin aliento. Belleza, fluidez, forma y contenido. Una preciosidad. Tu blog empieza a ser peligroso. Voy a pensar en tener a mi lado una enfermera para que me reanime después de leer tus entradas.
ResponderEliminarAquí le dejo mi sombrero. El más grande que encontré en mi colección.
Me encanta ver tus vacas tan rollizas, mi querida maestra.
Un beso en coma profundo.
¡Ah, me ha dejado sin palabras!
ResponderEliminarSin palabras. genial.
ResponderEliminar(Opinión peregrina de alguien sin ni idea)
Si Maite, creo que este micro gana en una segunda lectura. Gracias!.
ResponderEliminarPuck, veo que tienes cierto poderes ...es justo así como quería escribirlo. Gracias!
Lola, el hielo viene de pensar que esta escena pueda ser real, por qué no?. Un beso
Kum*, qué bonitas palabras dices, y qué sombreo más grande, qué bien , ahora ya cabemos todos, ahí. Un lujo. Gracias por haberlo puesto en sugerencias, qué ilusión!.
Un abrazo.
Edgar, Cyb. no os quedéis sin palabras, eso lo último. Abrazos.
las lápidas son mi punto débil.
ResponderEliminartouché.
Da repelús, del bueno. Me gustó, me tienes como fiel seguidor.
ResponderEliminarUn abrazo.
David.
A tus pies, dice.
ResponderEliminarBuf
A tus pies, pobre Antoine.
Buenísimo.
Felicidades
Tremendo el final, sinceramente no lo esperaba.
ResponderEliminarUn abrazo
Ha llegado mi dama,
ResponderEliminarsu pelo rojo le da al viento
un atuendo de fuego.
Su fragancia me sacude.
Soy un hombre maniobrado
por las circunstancias.
He perdido la desolación que me aislaba,
el dato esencial ya no es la quietud,
en mi rostro se instala la sorpresa.
No puedo hacerme a un lado
ante el aturdimiento que se acerca,
dejo que me alcance la catástrofe.
Quiero padecer de nuevo
el saqueo en las entrañas,
la fiebre animal en la sangre,
el insomnio delirante,
el triunfo inútil.
anuar.