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miércoles, 23 de marzo de 2011

Nos has olvidado


Esta tarde cuando llegué a casa, me asusté. Vivo sola y nadie tiene copia de la llave. Al abrir la puerta y quitarme los zapatos vi pasar al fondo del pasillo a una bailarina; tenía la cara pálida y los ojos llorosos, el rimel le caía por las mejillas formando ríos de melancolía.

Cuando me repuse del susto intenté ir tras ella, pero a la altura del salón encontré a una maestra corrigiendo exámenes en el escritorio que uso para escribir postales. Tenía ojeras y las gafas se le caían continuamente por su nariz de tobogán. Sin saber si dirigirme a ella, o seguir a la bailarina, me quedé a mitad de pasillo, mientras del dormitorio salía una enfermera con bastante prisa. Tenía el pelo recogido en un moño, y sus andares denotaban cansancio, su mirada era huraña y guardaba cierto rencor.

Oí la ducha, y al rato salió una mujer desenvuelta (en todos los sentidos) con prisa porque, según dijo, llegaba tarde al rodaje de su última película. Ya vestida, el negro le marcaba las arrugas. También vi una lágrima rodando por su traje de noche mientras decía: nos has engañado.

La rabia me pudo en ese momento: ¡yo no he engañado a nadie!, pero ¿quienes sois vosotras?

Y al unísono respondieron: somos tus recuerdos.



16 comentarios:

  1. Había oído que los recuerdos te engañaban, pero es la primera vez que escucho lo contrario. Es un buen punto de partido para hilar aún más.

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  2. Oh, no. Recuerdos.
    Pensé que eran los personajes de los micros que no has escrito, esperándote.
    Un beso (es muy triste tu micro)

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  3. Los recuerdos tienen vida propia y aparecen cuando menos te lo esperas. Muy bien llevado
    Saludillos

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  4. Un poco triste ¿no?. ¿Tan mala vida dio a sus recuerdos que acabaron tan mal?.Yo espero que los míos me recuerden con menos rencor.
    El texto estupendo como acostumbras.

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  5. Impresionante, Ángeles.

    No sé con que quedarme, si con el título, con el cuerpo del relato o con la frase final... creo que para no tener que elegir me quedo con todo.

    Besos

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  6. Los recuerdos también pueden ser muy traicioneros. Me has mantenido en vilo hasta el final con la temática. Muy logrado. Un abrazo fuerte.

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  7. Me dio escalofríos esa frase final. Esos recuerdos me sonaron a locura. Me gustó mucho, Ángeles.
    Besos.

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  8. Tus recuerdos, son como tus desdoblamientos, los caminos que no escogiste???
    Me gusta mucho, yo también me habría asustado
    Abrazos

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  9. Cuando lo leí por primera vez mis cavilaciones siguieron los mismos senderos que Anita. Pensé que esos seres podían ser vidas que no vivió. Tu final, en cualquier caso, es redondo y le deja a uno intentando colocar los personajes en el pasado de la protagonista.

    ¿A quién no le sorprenden en cualquier sitio, en cualquier situación, gentes de nuestro pasado que llegan montados en una canción, un sabor, un olor... unos ojos que te miran...

    Precioso, inquietante... mi querida maestra.

    Besos olvidados.

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  10. ...sonrio por tu relato...cuántas cosas hemos soñado ser y no hemos sido...pero que contento estoy de ser quien soy hoy en día...

    Por cierto, tengo varios dibujos de bailarinas....jajajaja....

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  11. ¡Qué bien llevado este texto, Ángeles!
    Mantienes la intriga hasta el final. Y ¡vaya final!
    ¡Enhorabuena! Me ha encantado.
    Saludos.

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  12. Me gustó mucho la manera de concebir la historia y la prosa tan cuidada. El final me sorprendió, pero creo que no podía ser de otra forma. Enhorabuena, Ángeles.

    Abrazos.

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  13. Qué miedo de recuerdos... pero lo has descrito con mucha magia, porque ciertamente en ocasiones los recuerdos no nos dejan vivir.

    Muy bueno, me encantó. Qué buen blog...

    Un abrazo.

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  14. El principio, inquietante: te engancha. La tensión hasta el final. No hubiera podido dejar de leerlo aunque hubiera sidon una larga novela. Enhorabuena.
    Paqui

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  15. Me gusta esta historia de impertinentes recuerdos

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  16. Este relato me ha resultado muy inquientante. Me he imaginado la escena y me ha dado un poquillo de miedo.
    Besos, Ángeles.

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