Ahora que los posos del recuerdo han echado raíces, que los puentes de letras se quebraron en su base, y sólo queda un viento de otoño me resulta difícil imaginarte en un solo fotograma; si de alguna manera te recuerdo es en una nebulosa de locura de la que caímos como lluvia un día de frío. No éramos nieve, ni escarcha. No se que éramos, si es que fuimos. Nunca lo supimos. Tal vez agua o viento, o árbol o dos hormigas perdidas en un tejado.
Desde el pactado silencio, desde las cartas rotas, desde la estrella fugaz en la que hicimos nuestra casa, y mirábamos incrédulos el amanecer de un planeta deshabitado sin nuestras letras, sin mucho más que añadir a una historia acabada que ya ni tan siquiera rezuma lágrimas. Porque el recuerdo es así, un país lleno de espinas que no pinchan, un lugar en el que refugiarse en los días de tempestad. Ahí seguimos en nuestro pequeño mundo, en un tiempo pasado, yo intentando recomponer el puzzle de tu desaparición, cosiendo harapos que el viento del olvido seca en mi azotea. Tú aprendiendo a vivir de otra manera, enterrando los gusanos que carcomen tu pecho abierto de par en par. Metido en un espejo sin fondo, repitiendo la misma imagen hasta donde se pierde tu vista y comienza el vacío.
Así es el recuerdo, instálate cómodamente y deja que el telón vuelva a caer una vez más. Hoy saldré de nuevo al escenario, con mi número del triple salto mortal, esta vez, ya sin tu red, sin tu manto de musgo para que no me lastime. Así es el recuerdo, cartografiado desde el olvido.
Así es el recuerdo. Ni más..., ni menos...
ResponderEliminarMe quedo con esta pincelada...
"Porque el recuerdo es así, un país lleno de espinas que no pinchan, un lugar en el que refugiarse en los días de tempestad."
Abrazos desde lo que somos hoy.
Un recuerdo un poco triste, pero como siempre muy bien escrito, en mi humilde opinión.
ResponderEliminarCreo que has acertado de lleno en todas las metáforas. Un texto precioso.
ResponderEliminarCada vez me gustan más tus textos.
ResponderEliminar¡Qué hermoso! Y triste, también, Ángeles. Es un fantástico texto de reinicio.
ResponderEliminarUn abrazo.
"Recuerdo cartografiado desde el olvido". Precisoso. Me encanta ese colofón final.
ResponderEliminarSaludillos
Me ha parecido genial, en especial el último párrafo, un relato completo en sí.
ResponderEliminarAbrazo!!