Atrapado en un gesto altivo, sube, baja, gira. Su borla grana, sus crines yertas y sus riendas doradas conforman el caballito más solicitado de la feria. Podría sentirse feliz, pero todos los infantes ensayan las mismas pericias; clavan los diminutos pies en su panza, golpean la montura sin piedad y meten los dedos en sus ojos.
Al caballito le traiciona el dolor, tensa sus orejas hacia atrás y, por un instante, arquea su cuello intentando morder la mano pastel del niño. Pero no la alcanza, se acartona ante el recuerdo de su compañero muerto de un disparo al tratar defenderse de una niña con coletas. Por eso sabe que es mejor seguir fingiendo quietud. Por eso y porque al anochecer, se verá libre de arneses y podrá elegir un niño.
Inquietante final.
ResponderEliminarPobre caballito...Se tomará venganza?
ResponderEliminarBesos desde el aire
No tiene mucho que ver pero me has traído un recuerdo de mi infancia con este. Miedo me da lo que venga después de elegir un niño.
ResponderEliminarMe encanta ese verbo tan sabiamente utilizado:"... se acartona..." Es genial.
ResponderEliminarUn beso.
Muy buen micro, Ángeles.
ResponderEliminarCreo que has querido hacer una historia terrorífica e inquietante, pero leyendo me ha parecido una metáfora de la falta de libertad de la humanidad, que no se atreve a actuar por miedo.
Aunque pensándolo un poco, es quizá más terrorífica esa interpretación.
Besos
Ángeles, no sabía que los caballitos de feria sufrieran tanto. Yo de todas formas nunca fui de subirme en ellos.
ResponderEliminarMe ha gustado el relato y muy original.
Un abrazo.
Bello, Ángeles... y aterrador.
ResponderEliminarPd: Idiota.
Y besos.
Me ha encantado. Estuve dudando un poco sobre si era un caballito de un tiovivo o uno vivo. Luego vi que era uno vivo y las razones por las que estaba tan quieto. Vamos, que está muy bien contado todo el tiempo, como en la frontera de dos mundos. En cuando al final... genial, terrible, una reacción lógica después de lo leído: tiro, muerte, patadas, dedos en los ojos. Un excelente micro, muy bueno desde mi punto de vista.
ResponderEliminarDescorazonador comienzo, y terrorífico final... Huele a sangre :-)
ResponderEliminarSe masca la tragedia... o la tragedia ya está ahí en cada vuelta.... Muy bueno
ResponderEliminarSaludillos
Pues yo creo que por la noche hay un tio-vivo de niños y los caballitos se desquitan, pero la opción sangrienta también me gusta...
ResponderEliminarExcelente, Ángeles
Abrazos
Excelente micro, Ángeles. Me lo apunto en la lista de preferidos. Entiendo que en él hay muchos verbos (lo que le da dinamismo) y por lo mismo le viene muy bien el tiempo presente (para evitar las rimas). Hay un avance fértil.
ResponderEliminarAbrazos,
PABLO GONZ
Ángeles, me ha encantado tu micro. Los tiovivos, los circos, siempre me dieron miedo, repelús. En esa línea tenue entre la realidad y los sueños.
ResponderEliminarUn abrazo
http://xavierblanco.blogspot.com
Un micro "fantástico" en todos los sentidos, Ángeles, me ha gustado mucho ese caballito de feria. Precisamente estuve el sábado en la Warner y al ver el tiovivo pensé que tenía que escribir algo, pero el tuyo ha quedado genial.
ResponderEliminarMuy visual y rencoroso ese caballo. Si no le gusta el oficio que cambie. Lo niños van a la feria a montar en él. Claro, que con esos sentimientos... Buen ejemplo de personalización pero que no lean los niños, pobrecillos, ni arrear a un caballo de cartón. Demasiada castración.
ResponderEliminarQue gran final, Ángeles!!!
ResponderEliminarAbrazos.
Es un gran micro, Ángeles. Y ese final abierto a la imaginación del lector le hace más terrorífico
ResponderEliminarUf! muy bueno, para mi tiene varias vias, por un lado la sangrienta, la venganza, la noche...por otro lado la pena, no de estos caballos, pero si de esos "ponis" que veo en la feria dando vueltas y vueltas, que tristeza, esos si están vivos...
ResponderEliminarUn abrazo enorme!!!!
Realmente es un micro con un final inquietante, muy bueno en la manera en que nos llevas hasta ese final.
ResponderEliminarBesitos